La hora del reloj digital parece detenerse en el mismo instante que mi esperma fluye por las cavidades de mi cuerpo hasta impactar contra el interior de tu sexo. Detenido el tiempo, tu y yo somos un solo ser unido por piel, carne, huesos y fluidos. Nuestra tensión sexual se mantiene hasta que nuevamente, el tiempo cruel rompe el instante y cambia la hora…