Sedúceme y haz que mis pecados sean perdonados. Haz que tu cuerpo ejecute las maniobras necesarias para aplicar sobre mi cuerpo, sobre mi piel, sobre toda mi alma los castigos sexuales más atroces y desvergonzados. Haz que olvide quien soy en este mundo para ser tu el mundo, pero sedúceme antes. Hazlo sin miedo y sin parar, quiero arder y morir bajo tu yugo.