Te podría sacrificar cual peón. La verdad es que podría utilizar todos mis encantos hasta convertirte en algo tan insulso que nadie te haría caso. Pero si te soy sincera, prefiero tenerte a mi lado, junto a mi. Acostarme contigo y pedirte que me muerdas el cuerpo sin parar, o que me poseas con tal salvajismo que solo pueda perderme y cuando acabemos que me levantes en el aire y me abraces tan fuerte como si no hubiera mañana.