Deposito mi dolor en ti, a través de las pinzas que aprietan lenta pero constantemente partes de tu cuerpo. El dolor aumenta y quieres que desaparezca pero el juego no acaba con unas simples pinzas. Mi lengua viperina recorre tu cuerpo desnudo causando un lejano placer. Mis dedos se mecen por tu piel hasta llegar a tu sexo, donde se introducen y provocan una explosión. Placer y dolor se entremezclan, porque existe tanta maldad….