Existe en Internet mucho sexshop que vende vaginas enlatadas, muñecas hinchables a tamaño real e incluso muñeca cuasi realistas que aunque carecen de vida propia, llegan a parecerse mucho a una mujer de verdad.
Imaginad que un día decidís comprar una muñeca, una última versión, la mejor, una versión tal que si no fuera que sois humanos y que sabéis que no es una mujer de verdad, jurarías que por su tacto, su forma de moverse, por su piel e incluso por su olor, esa muñeca es real.
¿Lo imagináis?…..Gabriel Greisengauer os trae la respuesta.