Te he dejado jugar conmigo durante varias horas. No niego que me ha excitado el hecho de que me ataras e incluso velaras mis ojos, pero ahora dime, ¿porque no quieres soltarme? ¿Acaso no quieres sentir mis manos sobre tu piel? ¿Mis labios en tu boca? Dime, ¿que quieres de mi?




